Bueno, acabo de regresar hace unos días de un breve retiro de medicina en una granja remota en las colinas de aquí (Tarapoto, Perú).
Estoy aquí poniéndome saludable. Estoy caminando por el camino de la medicina.
Ahora, sé que toda sanación es autocurativa. Sin embargo, ¡ayuda tener ayuda! La medicina de las plantas es una medicina fuerte! Me está ayudando a arreglarme.
«¿Qué es la Ayahuasca?»
Algunos me preguntan: ¿Qué es la medicina vegetal? ¿Qué es la ayahuasca?
La medicina vegetal está compuesta no sólo de ayahuasca. Es una mezcla. También hay otras plantas. La Ayahuasca es la planta maestra.
Estoy descubriendo que no es algo místico. Más bien es bastante científico. Es una medicina psicotrópica que pone en contacto la conciencia con un sentido superior de sí mismo. A través de esto, usted puede explorar dentro de sí mismo y encontrar orientación hacia sus propias respuestas a los problemas que está teniendo en la vida.
Eso no quiere decir que sea una experiencia fácil. Tomar una dosis de medicina induce un poderoso efecto psicológico y físico. En primer lugar, una florescencia de emociones e ideas que pueden llegar hasta los límites de tu capacidad. Luego, a menudo también hay una reacción física. Es común tener necesidad de vomitar. A cada uno se le da un pequeño cubo y un pañuelo de papel en caso de que ocurra algo así.
La palabra ayahuasca se traduce al español como «la vida de la muerte«. A veces se siente como un asesino, un destructor de ilusión como Shiva. Mata tus tropiezos mentales y mortifica tu ego. Entonces te saca la enfermedad de las tripas. Es una purga del cuerpo y del alma. Es difícil, y duele. Luego, después de un tiempo, se siente mucho mejor!
La Ceremonia de la Ayahuasca y el Proceso de Sanación
Esto nos lleva a la pregunta, ¿por qué harías eso? La respuesta es, ¡no es necesariamente para que todos lo hagan! No es para recreación casual o curiosidad. Es medicina. ¡Cuando lo tomas, te toma a ti! Tienes que estar bien preparado para participar en él. No es una bala mágica para resolver tus problemas de un solo golpe. Requiere un trabajo serio. Es un proceso a largo plazo.
Las sesiones se denominan «ceremonias», no porque sean religiosas, sino porque se ofrecen en reverencia y están seriamente destinadas a transformar a los participantes. Están en el contexto de una tradición que se ha practicado durante miles de años.
El curandero ofrece sus canciones llamadas ícaros en un estado de ánimo de invitación al espíritu de la alta conciencia. Él no es un guía personal, sino más bien un guardián del espacio dentro del cual usted puede encontrar su propia guía interior. Cuando se toma con la mente y el corazón abiertos, la medicina puede revelar una gran profundidad interna e impartir una nueva perspectiva.
Te muestra un espejo que refleja lo que, una vez visto, no puedes dejar de ver. Te recuerda la sabiduría que ya conoces, pero no la recuerdas.
Extrae lo que te enferma y te conecta con lo que debes abrazar para estar bien. Facilita que dejes ir las viejas cargas que has estado cargando.
Trae a tu conciencia el dolor que habías reprimido y que habías estado llevando dentro de ti toda tu vida. También te conecta con el sufrimiento de la madre tierra, pacha mama. A través del contacto profundo con el dolor, uno descubre la alegría.
Sí, a veces puede haber visiones. Pero en realidad no son tan importantes.
Lo que importa es la oscuridad de donde vienen las visiones. La sombra vivificante, dentro de la cual se encuentra el ánima creadora. Debes entrar en este crisol, con el miedo en una mano y la fe en la otra, en la noche oscura de donde surge el auténtico autoconocimiento. Aquí es donde te enfrentas a lo que has escondido y a lo que te escondes.
Te imparte un cierto conocimiento de algo que es para ti, que es tuyo, y eres tú.
Y, después de todo, te lleva a un sentimiento de humildad y tranquilidad, y te da un profundo sentido de gratitud y una renovada claridad de propósito.
La medicina no es la cura! Para mí, la clave de la medicina es lo que hago con lo que he aprendido. Tengo que llevar a cabo la enseñanza que me inculca. Hay «deberes». Me muestra lo que necesito hacer en mi vida. Hay una progresión de sesión en sesión.
¡No creo que se haya terminado!